La familia es uno de los núcleos donde más tiempo pasa la persona, es por ello que también es muy habitual que haya roces entre sus miembros. Muchas veces pensamos que, como es nuestra familia, siempre van a estar ahí, este pensamiento puede hacernos caer en la “trampa” de descuidar la relación. Esto lleva a la creación de malos hábitos y discusiones frecuentes que se mantienen durante mucho tiempo. En estos casos es necesaria una terapia familiar, donde deshuesaremos parte por parte dónde están los problemas, para así poder solucionarlos.
Otro motivo de consulta donde es necesaria la terapia de familia,
cuando alguien de la familia presenta un síntoma psicológico importante que altera el orden de la misma. El hecho de que tu hijo o pareja tenga un problema hace que te afecte a ti y a la gente que le quiere, inevitablemente. Por ello aprender a convivir todos con el síntoma o ayudarle a solucionarlo es una parte esencial para la mejora del familiar con problemas.
“Los únicos goces puros y sin mezcla de tristeza que le han sido dados sobre la tierra al hombre, son los goces de familia”. Guiseppe Mazzini.